HAY poemas
que nunca se escriben,
que sólo se agitan de un lado a otro
de la mente
como escritura aérea
en un día tranquilo:
lentamente la primera palabra
se deja llevar hacia el oeste,
las últimas letras se disuelven
en la lengua,
y lo que se deja
es el azul puro
de la intuición, sin nubes
ni consuelo.
Linda Pastan
Ed. Igitur 2021
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