(Relevancia filosófica de un poema) SIN POESÍA NO HAY REALIDAD (Schlegel): nuestra experiencia de lo real depende del trabajo de la imaginación poética. Deberíamos tener presente al leer a Wallace Stevens, pues éste se inscribe muy conscientemente en una tradición romántica de poesía y pensamiento, y suscribe su amplia premisa de que el arte es el medio para llegar hasta el fundamento de la vida humana, y que el mundo puede ser transformado en y a través de una gran obra de arte.
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Stevens es el poeta moderno más conscientemente filosófico y, desde mi punto de vista, el más profundo de los poetas modernos, y uno de sus mejores poemas "LA IDEA DE ORDEN EN KEY WEST".
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Hay tres personajes en el escenario del poema: "ella" y "nosotros", es decir, "el pálido Ramón" y la voz poética o protagonista... (que) está hablando con Ramón Fernández sobre la experiencia que han compartido (frente al mar).
La trama del poema vendría a ser más o menos como sigue: "nosotros" fuimos los que oyeron la voz de "ella" (el oído es el sentido dominante en el poema) y ahora la voz poética del protagonista intenta expresar a su interlocutor, en forma de pregunta la importancia de aquella experiencia.
Es preciso añadir un cuarto "personaje" a la lista: el mar.
El mar es el nombre de lo REAL en el esquema de Stevens, y lo real tiene una voz, la "oscura voz del mar". Es más, el mar tiene "genio", pero está desprovisto de "sentido": Stevens escribe sobre "las agitaciones sin sentido del agua y del viento", mientras la voz de "ella" es creadora de sentido.
Pero si el MAR es el nombre de lo REAL, entones "ELLA" es el nombre de otra palabra clave en la poética de Stevens, la IMAGINACIÓN ("espíritu" en el poema, o "ángel" en otros poemas).
La imaginación es la obra del poeta y el drama del poema es esta dialéctica entre el mar y ella, entre la realidad y la imaginación, la relación entre dos formas de genio.
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Entendida en este sentido, la imaginación supone un poder sobre los objetos externos, es decir, el poder de trasformar lo exterior en interior a través de un trabajo de creación...
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Pero si no hay realidad sin poesía, también debería hacernos pensar que la INVERSIÓN de este comentario schlegeliano también sería cierta para Stevens: "SIN REALIDAD NO HAY POESÍA". El poeta no debe llevarnos más allá de la realidad, donde el solitario trabajo de la imaginación daría por resultado la fantasía o el capricho. La imaginación no debe desprenderse de la realidad sino más bien ADHERIRSE a ella.
Tal como lo expresa Stevens: "Lo real es sólo la base. Pero es la base"... Podríamos decir que la realidad es la condición necesaria, absolutamente necesaria, pero no suficiente de la poesía.
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En los términos de Stevens, la poesía negocia una dialéctica entre la realidad y la imaginación donde ésta debe adherirse a la realidad para que las palabras del poeta tengan algún sentido y alguna vitalidad.
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La poesía nos devuelve a la realidad, a lo que Stevens llama THE PLAIN SENSE OF THINGS (la comprensión simple de las cosas), a la sencillez de lo cotidiano.
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La poesía nos devuelve a la realidad a través de la mediación de la imaginación.
(SIMON CRITCHLEY: MUY POCO... CASI NADA (Ed. Marbot, 2007)
CONFERENCIA 4: LA RELEVANCIA FILOSÓFICA DE UN POEMA de Wallace Stevens
no entro en la explicación estrofa a estrofa que también es seductora)
LA IDEA DE ORDEN EN KEY WEST
Ella cantaba más allá del genio del mar.
El agua no se unció jamás a mente o voz.
Como un cuerpo total, aleteando en el aire
con sus mangas vacías, su movimiento imitativo
era una llanto constante, un grito inapelable
que no era nuestro, aunque lo comprendíamos
que, inhumano, nacía del auténtico océano.
No era máscara el mar. Tampoco lo era ella.
Agua y canción no eran sonido fundido
aunque lo que cantaba fuese lo que ella oía,
pues su canción brotaba palabra tras palabra.
Pudiera ser que en todas sus frases se agitaran
las oprimentes aguas y el viento jadeante;
pero era a ella y no al mar a quien oíamos.
Pues ella componía la canción que cantaba.
El siempre encapuchado, grandilocuente mar
era sólo el lugar donde ella iba a cantar.
Decíamos ¿de quién es? Y es que también supimos
que habríamos de buscar ese espíritu siempre,
que siempre que cantase querríamos saber.
Era sólo la oscura voz del mar
que se elevaba, incluso coloreada por muchas olas;
Si era sólo la voz exterior del cielo
Y de la nube, del coral hundido entre paredes de agua
Por clara que fuera hubiera sido un aire profundo
El habla elevadora del aire, un sonido de verano
Repetido en un verano sin fin
Y sólo un sonido. Pero era más que eso,
más incluso que su voz, y la nuestra, entre
las agitaciones sin sentido del agua y el viento,
las distancias teatrales, las sombras de bronce
apiladas en elevados horizontes, montañosas atmósferas
de cielo y mar.
Ella era la única hacedora del mundo
en que cantaba. Y cuando ella cantaba, el mar
perdía su identidad trasmutado en el ser
que ya era su canción, pues ella la compuso.
Nosotros, entretanto, al verla caminar
solitaria supimos que su único mundo
sería el que cantaba y que cantando hacía.
Ramón Fernández, dime, si lo sabes, por qué
al cesar la canción y volvernos al pueblo
dime por qué las luces vidriosas, esas luces
de los barcos de pesca anclados en la costa
cuando llegue la noche, curvadas en el aire,
vencieron a la noche, segmentaron el mar,
con zonas incendiadas y mástiles ardientes,
ordenada, profunda, embrujadora noche.
Bendita ansia de orden, Ramón, del hacedor
el ansia de ordenar palabras de la mar,
palabras de fragantes mástiles tenebrosos
y nuestras y de nuestros orígenes, en líneas
mucho más espectrales, desgarrantes sonidos.
(El poeta explica en una carta:
"en el poema la vida ha dejado de ser cuestión de azar. Puede ser que cada persona introduzca su propio orden en la vida que le rodea y que la idea de orden en general sea ... una concurrencia fortuita de ordenes personales. Pero aún así hay orden... Ahora considero que es una proposición filosófica definida que cada persona introduce su propio orden de un orden general... si la poesía introduce orden, todo poema competente introduce orden..."
Wallace Stevens
EL HOMBRE DE LA GUITARRA AZUL
incluyendo IDEAS DE ORDEN
Ed. Icaria Poesía 2003
con gran profusión de notas
que incluyen textos de su correspondencia.)
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