EL AMOR COMO CONSTRUCCIÓN DUAL ("ESCENA DEL DOS" que lo denomina el filósofo Alain Badiou, del que remito unos pasajes expresivos parafraseados de sus libros Condiciones y Elogio del Amor)
Pienso que hay que abordar la cuestión del amor desde dos puntos que van más allá de la mera experiencia de cada uno.
En primer lugar, el amor habla de una separación o distancia que puede ser la natural diferencia entre dos personas, con su subjetividad infinita. Esta separación resulta, por ejemplo, de la diferencia sexual, del deseo que se origina en cada uno.
Hay primero, pues, para hablar de amor, un Dos diferenciado. Parte de la experiencia de la diferencia.
El segundo punto tiene que ver con que, precisamente porque parte de una distancia en la diferenciación en el preciso momento en que este Dos está por mostrarse, por entrar en escena como tal y experimentar el mundo de una manera nueva, solo puede tomar una forma aleatoria o contingente. Es lo que llamamos el "encuentro". El amor se inicia siempre con un encuentro.
Esta sorpresa pone en marcha un proceso que es fundamentalmente una experiencia del mundo. El amor no es solamente el encuentro y las relaciones que se tejen entre dos individuos, sino una construcción, una vida que se hace, ya no desde el punto de vista del Uno, sino desde el punto de vista del Dos.
Yo llamo a esto "escena del Dos". A mí, personalmente, siempre me interesó lo que tiene que ver con la duración y con el proceso, y no solamente lo que tiene que ver con ese comienzo.
El amor no es de ninguna manera (ésa sería su versión romántica) una mera fusión ni una efusión. Es condición, a menudo laboriosa, para que el Dos pueda existir como Dos.
El Dos inaugurado por el encuentro, y del que el amor efectúa su verdad en proceso (construcción), no va a quedar encerrado sobre el sí mismo de la mera experiencia del uno subjetivo.
ESPERANDO AMAR...(filme)
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