Variaciones sobre los viajes
Un horizonte de repeticiones los condenados secuestran la libertad
el día es bello una mujer se pierde en la ventanilla de un tren que pasa
la libertad se complace en la impureza del tejido humano
embelesada en su falta de motivos la vida transcurre las sagradas criaturas danzan enternecidas
una breve pausa para descargar las blasfemias
Un nuevo aspecto de la conciencia crece de pie los héroes muestran el color de sus cefaleas
la ilusión marchita los rostros una nube rezagada atraviesa lentamente el deseo
la provechosa jornada de la exploración del odio la miseria fosforescente realiza violentos virajes
concluye el viaje y enrollan los ríos guardan el paisaje para una oportunidad mejor
Sonríe pequeño monstruo
para evitar la alegría el tiempo fluye hacia una época vegetal
años de piedra y de quietud el sueño nunca será suficiente
en los solemnes monasterios con la más extremada caridad se distribuye el pan de la angustia
la caridad corroe la cara visceral del alma
los idólatras de la divinidad de la distancia vuelven a partir
un viaje sin esperanza los comediantes componen su farsa un minuto de reposo para que renazca el mal humor
se despide a los que llegan la partida y la llegada cambian de signo
la vida y la muerte pierden las señales que las caracterizan
Lamentable confusión un viaje tan hermoso en las estaciones descargan la libertad
la existencia enrojece justo en el momento en que la abofetean
penosa coincidencia la pequeña risa se hincha hasta desgarrar la carne
una espuma muy conocida los borrachos sacrifican al juego de la afrenta en el rostro
la parte mejor de su inconsciencia
se distribuyen migajas mientras un dios de sobremesa
observa conmovido el martirio de las sagradas criaturas
Pequeño monstruo
desecha la altura inmóvil y el cobre del canto
observa atentamente la inclinación de los cuerpos
los viajes tienen el sentido de una condena quizás puedan ser sustituidos
con enorme ventaja por el beber
trenes de espuma cuando la rapidez aumenta se despierta la voracidad de los insaciables
se desplazan las órbitas de la ausencia se contemplan en el espejo del vértigo
se multiplica la humillación y un gran pájaro irónico devora al tiempo
¿Dónde estás? ya no lo sabes la tierra te arrastra
y una empobrecida alegría nocturna te acecha el rostro de la disipación se desmorona
la torpe comicidad de la miseria con dientes inútiles y ojos escarlatas
un uno por ciento de esperanza se recoge en el agua helada de la catarata del odio
y una especie de tintineo rutilante que suele conocerse con el nombre de compasión
Pequeño monstruo
apresúrate a encontrar la desorientación quítate el sombrero ácido
desnuda tu paso conquista tu posición impersonal medita en la insuficiencia del amor
ensaya clamores de auxilio busca los caminos peligrosos
ejercita tus manos en rasgar las vestiduras del cielo
inmenso es el sueño del mundo inmenso es el porvenir
toda la sorpresa del espacio te espera.
ALDO PELLEGRINI
DISTRIBUCIÓN DEL SILENCIO
Ed. Argonauta, Buenos Aires 1966