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martes, 23 de agosto de 2022

Aldo Pellegrini, Variaciones sobre los viajes, Distribución del silencio, surrealismo

 Variaciones sobre los viajes 


Un horizonte de repeticiones los condenados secuestran la libertad 


el día es bello una mujer se pierde en la ventanilla de un tren que pasa 


la libertad se complace en la impureza del tejido humano 


embelesada en su falta de motivos la vida transcurre las sagradas criaturas danzan enternecidas 


una breve pausa para descargar las blasfemias 


Un nuevo aspecto de la conciencia crece de pie los héroes muestran el color de sus cefaleas 


la ilusión marchita los rostros una nube rezagada atraviesa lentamente el deseo 


la provechosa jornada de la exploración del odio la miseria fosforescente realiza violentos virajes 


concluye el viaje y enrollan los ríos guardan el paisaje para una oportunidad mejor 



Sonríe pequeño monstruo 


para evitar la alegría el tiempo fluye hacia una época vegetal 


años de piedra y de quietud el sueño nunca será suficiente 


en los solemnes monasterios con la más extremada caridad se distribuye el pan de la angustia 


la caridad corroe la cara visceral del alma 


los idólatras de la divinidad de la distancia vuelven a partir 


un viaje sin esperanza los comediantes componen su farsa un minuto de reposo para que renazca el mal humor 


se despide a los que llegan la partida y la llegada cambian de signo 


la vida y la muerte pierden las señales que las caracterizan 



Lamentable confusión un viaje tan hermoso en las estaciones descargan la libertad 


la existencia enrojece justo en el momento en que la abofetean 


penosa coincidencia la pequeña risa se hincha hasta desgarrar la carne 


una espuma muy conocida los borrachos sacrifican al juego de la afrenta en el rostro 


la parte mejor de su inconsciencia 


se distribuyen migajas mientras un dios de sobremesa 


observa conmovido el martirio de las sagradas criaturas 



Pequeño monstruo 


desecha la altura inmóvil y el cobre del canto 


observa atentamente la inclinación de los cuerpos 


los viajes tienen el sentido de una condena quizás puedan ser sustituidos 


con enorme ventaja por el beber 


trenes de espuma cuando la rapidez aumenta se despierta la voracidad de los insaciables 


se desplazan las órbitas de la ausencia se contemplan en el espejo del vértigo 


se multiplica la humillación y un gran pájaro irónico devora al tiempo 


¿Dónde estás? ya no lo sabes la tierra te arrastra 


y una empobrecida alegría nocturna te acecha el rostro de la disipación se desmorona 


la torpe comicidad de la miseria con dientes inútiles y ojos escarlatas 


un uno por ciento de esperanza se recoge en el agua helada de la catarata del odio 


y una especie de tintineo rutilante que suele conocerse con el nombre de compasión 



Pequeño monstruo 

apresúrate a encontrar la desorientación quítate el sombrero ácido 


desnuda tu paso conquista tu posición impersonal medita en la insuficiencia del amor 


ensaya clamores de auxilio busca los caminos peligrosos 


ejercita tus manos en rasgar las vestiduras del cielo 


inmenso es el sueño del mundo inmenso es el porvenir 


toda la sorpresa del espacio te espera. 



ALDO PELLEGRINI

DISTRIBUCIÓN DEL SILENCIO

Ed. Argonauta, Buenos Aires 1966







viernes, 6 de mayo de 2022

Adrienne Rich, Cartografías del silencio

 CARTOGRAFÍAS DEL SILENCIO 

1. 

Una conversación empieza

con una mentira. Y cada 


hablante de la supuesta lengua común siente

la escisión del témpano de hielo, la deriva, 


como impotente, como enfrentado a 

una fuerza de la naturaleza.


Un poema puede empezar 

con una mentira. Y ser hecho pedazos. 


Una conversación tiene otras leyes, 

se recarga con su propia


energía espuria. No puede ser hecha 

pedazos. Se infiltra en nuestra sangre. Se repite. 


Inscribe con su irrevocable estilo 

el aislamiento que niega.


2.

 La emisora de música clásica 

que suena hora tras hora en el apartamento, 


el descolgar y descolgar 

y descolgar de nuevo el teléfono. 


Las sílabas que pronuncian 

el viejo guión una y otra vez. 


La soledad del mentiroso 

que vive en la red formal de la mentira,


que gira los diales para ahogar el terror

bajo la palabra no dicha.


3. 

La tecnología del silencio. 

Los rituales, la etiqueta, 


la difuminación de términos, 

silencio no ausencia 


de palabras o música

o incluso sonidos en crudo. 


El silencio puede ser un plan 

rigurosamente ejecutado, 


el cianotipo de una vida. 


Es una presencia, 

tiene una historia, una forma. 


No lo confundas 

con ningún tipo de ausencia.


4. 

Qué apacibles, qué inofensivas 

me empiezan a parecer estas palabras 


aun empezadas en la pena y la rabia. 

Acaso puedo atravesar esta película de lo abstracto 


sin herirme a mí misma o a ti: 

hay suficiente dolor aquí. 


¿Esto es por lo que suena la emisora de música clásica o de jazz? 

¿para dar un fundamento de sentido a nuestro dolor?


5. 

El silencio que (se) desnuda: 

En La pasión de Juana de Arco de Dreyer, 


la cara de Falconetti, el pelo rapado, una gran geografía 

cartografiada sin voz por la cámara. 


Si hubiera una poesía donde esto pudiera ocurrir 

no como espacios en blanco o como palabras


tensas igual que una piel sobre significados,

sino como se hace el silencio al final 


de una noche durante la cual dos personas

han hablado hasta el amanecer. 


6. 

El grito 

de una voz ilegítima. 


Ha dejado de oírse a sí misma, luego 

se pregunta: 


¿Cómo existo? 


Éste era el silencio que yo quería romper en ti.

Yo tenía preguntas pero tú no contestabas. 


Yo tenía respuestas pero a ti no te servían. 

Esto es inútil para ti y quizá para otros.


7. 

Era un tema viejo hasta para mí: 

El lenguaje no lo puede todo. 


Escríbelo con tiza en los muros donde los poetas muertos 

yacen en sus mausoleos. 


Si a voluntad del poeta 

el poema pudiera convertirse en una cosa: 


un flanco de granito al descubierto, una cabeza erguida 

encendida con el rocío. 


Si eso pudiera simplemente mirarte a la cara

con ojos descarnados, sin dejar que te dés la vuelta 


hasta que tú, y yo que ansío hacer esta cosa,

fuéramos por fin clarificadas a la vez en su mirada.


8. 

No. Déjame tener este polvo, 

estas pálidas nubes que, hoscas, se demoran, estas palabras 


que se mueven con feroz precisión 

como los dedos del niño ciego 


o la boca del recién nacido 

violenta de hambre.


 Nadie me puede dar, hace tiempo que he

 adoptado este método 


bien del salvado desparramándose del saco poco tupido 

o de la llama del quemador Bunsen baja y azul. 


Si de cuando en cuando envidio 

las puras anunciaciones al ojo, 


la visio beatifica, 

si de cuando en cuando ansío volverme 


como el hierofante eleusino

que sostiene una sencilla espiga de grano


 para regresar al mundo concreto y eterno, 

lo que en realidad sigo eligiendo 


son estas palabras, estos susurros, conversaciones 

de las que emerge una y otra vez la verdad húmeda y verde.


1975

Adrienne Rich

lunes, 9 de abril de 2018

HAGO SILENCIO

Y hago silencio como se hace el amor,
me rodeo de una espesura opaca,
una neblina de la cual salgo despojada,
traspasada por un relato
que solo retiene de la muerte
sus más exigentes figuras.

Las de un final primigenio,
antepuesto a todos los otros finales,
decisivo porque se ensaña
en desgarrar el tiempo
ante nuestros ojos aterrados,
y deja en el vientre el dolor
de las piedras y del pan,
duro y amargo.

Hago silencio, es mi verdad.

(Vivir es un instante que duda
entre nombres enlutados.
Poema sí,  algunas hebras
de seda sobre la alfombra.)

Louise Dupré
MUY CERCA
Ed. Visor 2017

sábado, 7 de abril de 2018

Silencio

TODO ser ha de alcanzar —soñar o velar— la raíz de su silencio, para morir y vivir en su infinito.
¿HASTA dónde sabes tu silencio? El bosque, como el cielo estrellado, guarda su infinito.
CAMINAR, como los árboles, hacia dentro del tiempo.
SUEÑAS en la noche la raíz del árbol, la savia que sube hacia la estrella, oyes el rumor del universo en el silencio vivo de su sombra.
El camino del alba Alfonso Alegre Heitzmann
Ed. Tusquets 2017