El oficio del filósofo consiste más bien
en ser buen pastor de sus pensamientos.
La función de la mente se centra
en incrementar la riqueza del universo
en su dimensión espiritual,
y lo logra añadiendo l
a apariencia a la sustancia
y la pasión a la necesidad,
así como creando
todas esas perspectivas privadas
y esas emociones de asombro, aventura,
curiosidad y risa que la omniscencia excluiría.
La gran característica del espíritu humano,
tal como yo lo entiendo,
es su desamparo y misera;
y es más miserable y desamparado
cuando se imagina
que es dominante e independiente;
y su gran problema es el de la salvación,
la purificación, el renacimiento que lo conduzca
a un humilde reconocimiento
de los poderes de que depende
y a un sano disfrute de sus virtudes adecuadas.
En cualquier momento el espíritu florece
inesperadamente;
un poco de tierra y un poco de sol le bastan.
Se desborda en el juego de los niños,
así como en el ingenio
y la sabiduría de las mentes maduras;
ya que el espíritu puede superar
fácilmente al mundo
sin hacerle violencia,
trasmutándolo en arte, amor y reflexión.
George Santayana
LOS REINOS DEL SER
en Prefacio e Introducción
Ed. FCE 1959
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