sábado, 22 de junio de 2019

Iris Murdoch - Simone Weil, vacío, elección, espera, atención

Resistir a la gravedad significa soportar el vacío. Durante nuestro aprendizaje el bien parece negativo y vacío. Nos ayuda meditar sobre «la absurdidad que proyecta luz».
Cuando nos damos cuenta realmente de la imposibilidad del bien, lo amamos, igual que amamos los misterios de una religión. (Hay una teoría del arte implícita aquí. Todo arte es religioso).

El progreso no depende de la acción, sino de la meditación. «La acción es el indicador de la balanza. No hay que tocar el indicador, sino los pesos». «La gente supone que pensar no la compromete, pero es la única cosa que nos compromete». A nadie le sirve actuar por encima de sus propias posibilidades naturales. (Lección del Bhagavad Gita).

Se trata de máximas difíciles que no conforman una filosofía consoladora. Nadie sabe mejor que Simone Weil que el sufrimiento puede ser inútil y suele ser degradante. Su pensamiento vuelve continuamente a la destrucción de las ciudades, a la exterminación masiva, a las prisiones y los lugares de tortura, pero observa que solo podemos creer en un sufrimiento que purifique si lo consideramos una simple aflicción, mientras que quien sufre no ve la aflicción, sino la consolación imaginaria.

Su concepto del «vacío», que debe ser experimentado en la consecución del desapego, difiere del Angst del existencialismo popular en que el Angst suele ser pensado como algo que las circunstancias pueden imponer al hombre, mientras que la experiencia del vacío es una conquista espiritual que implica el control de la imaginación como «restauradora del equilibrio».

El progreso espiritual se logra mediante la meditación, una visión que contrasta (algunos podrán pensar que es un correctivo necesario) con la ética inglesa contemporánea, con su énfasis exclusivo en el acto y la elección y su negación de la «vida interior». 

En este punto, de manera bastante extraña, la filosofía inglesa y el existencialismo popular están en el mismo lado, con su grito urgente de «¡Tenemos que elegir!», una doctrina que es, después de todo, reconfortante para nosotros, pecadores que caminamos torpemente a través de una vida de continuos errores.

Pero Simone Weil subraya los conceptos de «espera» y «atención». «Debemos prestar atención hasta tal punto que no sigamos teniendo posibilidad de elección».


Iris Murdoch
Reseña The Spectator, Noviembre 1956
de los Cuadernos de Simone Weil
(trad. ed. Trotta 2004)
NOSTALGIA DE LO PARTICULAR
Ed. Siruela 2019
NOSTALGIA DE LO

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