La vida verdaderamente humana, la vida que nunca acaba de autoeducarse, es, por así decir, una vida con método, el método que la ordena a la humanitas ideal. Por alto que sea el grado relativo de perfección de la vida ética, se trata siempre de una vida autodisciplinada: en cultivo de sí, en gobierno de sí bajo constante vigilancia de sí.
Es tarea de una ética individual elaborada el exponer sistemáticamente cómo ha de discurrir en esencia, con mayor detalle, esta vida ética: cuáles son los peligros específicos que la rodean, cuáles los tipos posibles de autoengaños, de extravíos, de perversiones duraderas, las formas habituales de hipocresía, así como las reservas inadvertidas que se oponena ella.
Como ser racional, y según la evidencia que él mismo tiene, el hombre sólo puede alcanzar contento puro de sí mediante el gobierno de sí mismo y el cultivo de sí mismo de acuerdo con la idea unificadora de la razón práctica, debiendo exigirse categóricamente unavida en correspondencia con esta idea.
Una vida coherente con esta forma de desarrollo del hombrees, en efecto, una continua autoelevación, que, no obstante, se produce siempre como libre transición de la imperfección a una imperfección menor, o sea, de la indignidad a una indignidad menor. Pues sólo el ideal absoluto de perfección, la idea-meta del desarrollo propio del hombre, confiere laplena y revalidada dignidad.
Llamamos en general y en el sentido más amplio «vida ética» a toda vida que se gobierna a símisma conforme a la exigencia categórica de la idea-meta de naturaleza ética (también, pues, a laque no es enteramente coherente). Y llamamos al sujeto de esta vida, como sujeto que se determina así mismo a una autodisciplina ética, personalidad ética — también en el sentido más amplio.
EDMUND HUSSERL
RENOVACIÓN DEL HOMBRE Y DE LA CULTURA
(5 ensayos - elaborados entre 1922 y 1923)
Ed. Anthropos - Siglo Clave 2012, pág. 41
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Un interés personal puro en la tarea moral que el otro hombre se trae consigo mismo; tiene un interés personal de principio en que el otro hombre dé cumplimiento en todo lo posible a sus buenos deseos, en que conduzca su vida con rectitud.
De suerte que en la voluntad ética de este individuo ha de estar también el poner cuanto esté de su parte en la empresa ética del segundo.
También esto es exigencia categórica: el mejor ser y el mejor querer y obrar posibles del otro forman parte de mi propio ser y querer y obrar, y a la inversa.
Junto a la responsabilidad por cada decisión individual, contrae una preocupación responsable por la preparación de las capacidades y fuerzas de manera general.
El hombre no vive en solitario, con lo que también aquí cuenta la influencia de la observación de los otros, lo que se aprende su lucha diaria, la preocupación por contar con modelos nobles, etc.
Edmund Husserl
Renovación del hombre y de la cultura
Ed. Anthropos - Siglo Clave 2012, págs. 49-50
El sentido de la reacción socrática contra el escepticismo consiste precisamente en que tampoco él, Sócrates, aspira a ser un filósofo teórico sino un hombre en la vida práctica, ya que para él lo primero no es el conocimento teórico sino la conducción racional de la vida.
Pero una vida humana racional y por ello verdaderamente satisfactoria la considera posible Sócrates sólo como vida filosófica.
Dicho con mayor claridad: sólo quien filosofando (tomando la actitud puramente teórica) reflexiona sobre su vida y los fines que la mueven, sólo quien en esta actitud alcanza evidencia de
qué es en verdad bello y qué feo,
qué es noble y qué mezquino,
qué justo y qué injusto,
qué buen y qué malo y,
filosofando de este modo, reconoce las auténticas normas de la razón práctica, sólo éste puede entonces, guiado conscientemente por tales normas, conducir su vida como vida racional en la práctica.
Lo cual implicaba que sí hay en verdad una filosofía de la praxis racional de la vida, la cual encierra una filosofía de los valores.
EDMUND HUSSERL
RENOVACIÓN DEL HOMBRE Y LA CULTURA
Ed. Anthropos 2012
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