martes, 6 de marzo de 2018

María Zambrano Hacia un saber sobre el alma y Nietzsche

ORIGEN ANTES DE SER (MARÍA ZAMBRANO) Nietzsche vivió dentro de la Filosofía el doble anhelo por el origen que reside en la Filosofía misma y el otro, el del hombre que sueña verse más allá de su propio ser.

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Ambos anhelos se unen íntimamente y quizá sean uno solo. El anhelo de encontrarse a sí mismo, de descubrir que se era cuando todavía no se era, hunde sus raíces en la religión.

Niezsche llevó al extremo y sin piedad, este anhelo que es también ansia de crear, de hacer desde la nada, para que sobre ella aflore como por primera vez, las palabras, la palabra.

Filosofía y Poesía desde siempre han buscado la palabra que crea el ser. Nietzsche en su polémica contra la Filosofía alemana no se da cuenta de que va movido por el mismo afán, de que está situado en ese extremo de la Poesía y de la Filosofía que es el Idealismo.

La Filosofía será en Nietzsche una INSPIRACIÓN, pues la vida que no permite ninguna idea que la suplante, sólo puede hacerse presente INSPIRANDO. Y aparece así el primero de los conflictos que toda filosofía vitalista ha de presentar. Si la vida no tolera ninguna idea radical, ninguna ideal del SER, sin sentirse suplantada por ella, quiere decir que el hombre no ha de tomar en serio ninguna idea, que ha de vivir sintiendo el oscuro fondo de la vida como una potencia absoluta, inescrutable.

Se adentró en el mundo mágico, en ese que la Filosofía griega (ser e identidad, bien y mal) había reducido a medida humana. Fue el poeta que le habitaba quien alcanzaó sus mejores instantes en esos linderos, en los que la palabra no puede ya decir nada.

El LOGOS de la filosofia traza sus límites dentro de la luz. El de la poesía, en cambio, cobra su fuerza en los peligrosos límites en que la luz se disuelve en tinieblas, más allá de lo inteligible.

Pero la poesía nació como ímpetu hacia la claridad desde esas zonas oscuras, por eso precede a la Filosofía, lenguaje meramente inteligible, y le ayuda a nacer. Sin poesía previa la razón no hubiera podido articular su claro lenguaje.

La primera conciencia que el hombre adquiere es la que podríamos llamar CONCIENCIA POÉTICA en que la enajenación toca a un cierta identidad.

Recuérdese el camino que SAN JUAN DE LA CRUZ traza con lucidez geométrica, método para destruir todas las potencias y facultades del alma, tal como aparece en sus comentarios a la NOCHE OSCURA.

Pero en él, como en todos los místicos ortodoxos de cualquier religión, la destrucción del entendimiento va seguida por la destrucción del ser (cuando es posible permaneciendo en la vida); no sólo la ciencia, sino el ser mismo se trascienden para deshacerse, para desnacer en esa realidad última y suprema, a quien la inteligencia pura situó MÁS ALLÁ DEL SER Y DE LA ESENCIA.

Suprema realidad que trasciende todo bien y toda idea: seno infinito, donde hundirse es renacer.

María Zambrano
Hacia un saber sobre el alma
Ed. Alianza 2012

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